La decisión de morir con tu propia espada y nacer a una verdad de luz.
Cuando el caballero por fin se deshizo de sus armaduras y se dispuso a caminar tal cual es.....hacia horizontes desconocidos donde las batallas son los caminos del otro.
Caído, el caballero miró a su alrededor…vio el hambre en la cara de los niños y vio la violencia en los puños de los hombres. Vio oscuros pozos donde la gente caía y vio el dolor en una lágrima que rodaba frente al espejo. Vio la muerte cerca de todos aquellos a los que amaba. Vio todo esto, y lo vio para sí…y lo transformó en su verdad.
Miró el camino largo, árido… caído, así se quiso quedar…Su espada sin filo no serviría para más nada…no podía levantar su escudo y se encontraba solo. Estaba cansado.
Entonces entró en un profundo sueño: terribles imágenes, muerte, gritos y destrucción envolvían todo…-Estoy muerto-pensó-, esto es la muerte.
Pero sintió una voz que le decía que no, que aquello no era morir si así lo decidía.
Pensó qué hacer… no tenía muchos caminos, aquella vida sólo le había traído condena.
Decidió que su espada tendría aún el filo suficiente para atravesar un corazón más….el suyo.
La buscó a su lado y con un último esfuerzo, la levantó, y sintió el desgarrado y último latido…luego, la paz.
Ya no sentía el peso de su armadura, ni el frío sobre su piel. Se encontraba desnudo.
Libre, se levantó, su armadura en el suelo, y miró a su alrededor…vio el hambre en la cara de los niños y vio la violencia en los puños de los hombres. Vio profundos pozos donde la gente caía y vio el dolor en una lágrima que rodaba frente al espejo. Vio la muerte cerca de todos aquellos a los que amaba. Vio todo esto, y lo vio sin pesar. Bendijo todo esto y eligió su verdad. Así, siguió su camino, mirando hacia el horizonte… sin rumbo claro, pero con la profunda tranquilidad de estar acompañado.
Y en su camino, mirando alrededor…vio la cara feliz de los niños repletos de amor y vio las manos de los hombres trabajando en el campo. Vio la cima de las montañas más altas y sus amaneceres y vio la alegría caer en forma de lágrima frente a otro rostro. Y vio que cada día era un paso más que lo llenaba de estas experiencias. Vio todo esto….y lo vio para sí. Y lo transformó en su verdad.
Lady Lucy- “…la cima de las montañas más altas y sus amaneceres…”
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